lunes, 30 de agosto de 2010

por un instante...

Sentí tus manos en mi nuca...sentí cómo un escalofrío recorría cada rincón de mi piel y me hacía suspenderme en el rincón del olvido. Mi mente se puso en blanco y todo recuerdo del pasado quedó borrado... sólo podía desear el momento sin querer que nada lo turbase. Sólo deseaba disfrutar y sentirme fuerte entre tus brazos. Tus besos calmaban la sed que hacía tiempo reclamaban... tus caricias llenaban cada vacío de soledad que hacía tiempo habitaba en el desván de mis entrañas. Y quise atesorar cada momento... quise atraparlos entre mis labios, entre mi piel... y al menos, por unas horas, que no desaparecieran de mis manos. Quise olvidarme de todo mi dolor y pensar que la vida me daba un toque de ilusión y esperanza entre tus deseos y tus abrazos. Y me dejé llevar y me dejé abandonar a las caricias de un momento...y a los sentimientos... esos mismos que sabía que en el momento de abrir los ojos tenían fecha de caducidad...

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