sábado, 23 de enero de 2010

si pudiera...



Si pudiera pedirte, te pediría durante cuatro horas... cuatro horas...lo habitual, porque e contadas ocasiones me has dedicado algo mas... Pero en cuatro horas nos daría tiempo a hablar de ti y de mí, del miedo, del amor, del cariño, de la complicidad, de lo que persigues, de lo que espero, de los sueños reales, de tu año, del mío, de los errores más garrafales, de las decisiones más acertadas...

Seguro que así aprenderíamos el uno del otro un poco más. Aunque sólo fuera un poco más... en esas cuatro horas...

Si pudiera pedirte, lo haría sin contemplaciones, sin dar gracias a nadie más que a ti, a tu voz, a tus ojos. Desearía que apagases el móvil para que no controlases la hora y dejaras de pensar a qué hora debes regresar, o si tienes que tomarte un café con esa otra chica a la que también has cautivado sin darte cuenta... o conscientemente quizás...

Si pudiera pedirte, te pediría durante una tarde. (Siempre me gustaron más las tardes, son más nuestras, quizás porque contigo no he tenido mucho más). Daríamos un paseo pronunciado y te regalaría risas que no olvidarías, o sí... como olvidas siempre todo lo demás... Te dejaría el olor de mi crema de azahar en tus muñecas si pudiera cogerte las manos al principio o al final... Te dejaría el color avellana, miel o marrón (según el momento) de mis ojos en tus ojos... Juntos se mezclarían... Aparecería el brillo y desaparecería la tarde despidiéndose ante nuestros pies...

Si pudiera pedirte, te pediría durante, al menos, y como mínimo, cuatro horas... Pretendería hacer sitio para uno de mis recuerdos en tu vida durante esas cuatro horas.

Te aportaría vida, y más que vida, placer, alegría y felicidad en esos doscientos cuarenta minutos, en esos 14400 segundos... Parece mentira, hablando en segundos, parece mucho mas ¿verdad?

14400 segundos.... Intentaría que en todos esos segundos tus ojos se cerraran lo menos posible.. que no me dejaras de mirar... Que tu voz me hablara el máximo posible, tu dulce voz...esa que me estremece y hace temblar... y que tus manos estuvieran tan cerca de mí que de solo verlas, sintiera un poco más de calor en las mías... me gustan tanto... les dedicaría cientos de segundos de caricias y miradas también... Si pudiera pedirte, te pediría durante cuatro horas para que después, si tu cuerpo/mente/piel o cabeza te lo pidiera también, te decidieras a reclamarme cuatro horas más...

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